Acción Social

Mensaje de la compañera Lorenza B. de Gómez. Aniversario de la empleada doméstica, 12 de mayo
1901 – 12 de Mayo – 2007 
Al cumplirse un aniversario más de la fundación de nuestro gremio, quiero recordar con cariño y agradecimiento a todas las compañeras que han pasado por él, y nos han dejado un ejemplo de trabajo y dedicación, y envío un fraternal saludo a las que hoy nos acompañan y han depositado en nosotros la confianza, asegurándoles que, trabajamos día a día en favor de nuestros derechos y nuestra dignidad.

Mensaje de la compañera Lorenza B. de Gómez, secretaria general de U.P.A.C.P., gremio que nuclea a los trabajadores domésticos
Sabido es que el próximo 1º de Mayo, se celebra y conmemora internacionalmente, el “Día del Trabajo” ; fecha muy cara para todos los trabajadores, a quienes quiero abarcar en un sincero y afectuoso saludo, y en especial a los del gremio que represento.

Considero que no es necesario que recordemos aquí el por qué se instituyó mundialmente esta jornada, para reconocimiento del “trabajo”, pero fundamentalmente para quienes “lo prestan”; o sea, todos y cada uno de los trabajadores que, diariamente, laboran y se desempeñan en las múltiples actividades que se desarrollan. Una de ellas, que se lleva a cabo en los distintos hogares y casas de familia, es la del servicio doméstico; a la que seguidamente habré de referirme.

Haciendo un poco de historia, debo recordar que el sindicato que represento, data de principios del siglo pasado; o sea, ya lleva una centuria bregando por la defensa y resguardo de los intereses de los empleados y empleadas domésticas. Sufridos y postergados trabajadores, estos; lamentablemente viene siendo así, es así y hay que decirlo.

El servicio doméstico cuenta con un estatuto laboral, que data del año 1956, que no ha sido modificado y que se mantiene; pese a nuestros pedidos e incluso el de distintos estamentos sociales. Además, estamos expresamente excluídos del régimen de contratos de trabajo (Ley 20.744 – t.o.); por lo que tenemos un “status diferenciado”, del de la mayoría de los trabajadores.

Tales “diferencias” se patentizan en institutos tales como la indemnización por antigüedad (disminuida en un 50% respecto de la ordinaria, correspondiente a las restantes actividades), vacaciones, aguinaldos y licencia por enfermedad (de la que solo gozamos de la posibilidad de un -1- mes por año ). Pero, por si todo esto fuera poco, además no estamos incluídos, ni en el régimen de asignaciones familiares, el de riesgos de trabajo y siquiera tampoco en las previsiones especiales de la Ley Nacional de Empleo (Nro. 24.013) y las emanadas de la “Emergencia Económica” (Ley Nro. 25.561 y disposiciones concordantes).

De más está decir que estamos tratando, por lo menos de acotar tales diferencias; hemos hecho y venimos efectuando las gestiones y presentaciones del caso. Es de esperar que las autoridades y legisladores, “se acuerden de los trabajadores domésticos”; hacemos votos para que ello ocurra.

Sin perjuicio de ello, cabe consignar que hemos logrado que se promulgue un régimen especial y simplificado, en lo referente a la seguridad social – para lo cual contribuyeron diversos funcionarios y los poderes Legislativo y Ejecutivo -; así aguardamos que se obtenga un importante “blanqueo”, y la consiguiente “regularización” de muchos trabajadores, sean empleados dependientes, o no.

Además, hemos creado un instituto de capacitación, próximo a ponerse en funcionamiento, con el objeto que un sinnúmero de empleados domésticos, puedan dotarse de una serie de conocimientos, que les permitan un mejor desenvolvimiento en la actividad; e incluso el adquirir una “polifuncionalidad”, más que necesaria en las actividades del hogar.

Como se verá y para no extenderme, intenciones de progresar y mejorar tenemos; esperamos que podamos contar con el debido apoyo y colaboración, para ello.

Para finalizar y sin ánimo de pecar de reiterativa, deseo nuevamente estrechar en un fuerte abrazo a todos los trabajadores; con el deseo que todo vaya mejor y que todos contribuyamos para que ello sea así. En pos de una mejora de la clase trabajadora, lo que, sin dudas, redundará en una mejora de nuestro querido país.-

Mensaje de la compañera Lorenza B. de Gómez en el homenaje a la compañera Eva Perón.
Buenos Aires, Junio 7 de 2006
Qué más se puede decir, de una persona que es reconocida intencionalmente como a la “ABANDERADA DE LOS HUMILDES”; ¿poco verdad? Lo cierto es que, sólo con ese concepto, con esas cuatro (4) palabras, se lo está diciendo “todo”; se está dando a entender “lo que la misma representa”; en especial para nosotros, los trabajadores, a quienes quiero dirigir este mensaje y, puntualmente, a los del gremio que represento.

Considero que no es necesario que recordemos aquí, la trayectoria de la Comp. Eva Perón; sus luchas, sus padeceres, sus logros y sus ideales de grandeza; todos los conocemos, y todos –algunos más, otros menos-, no hemos nutrido y beneficiado. Hasta los que no participaron e incluso, los que le llegaron a “dar la espalda”; dicho esto con el mayor de los respetos.

En verdad, la clase trabajadora tuvo con Eva “un punto de inflexión” –un antes y un después-; sus “DESCAMISADOS”, como cariñosamente llamaba al pueblo trabajador, comenzaron a ser considerados, pudieron expresarse e incluso desarrollarse, individual y colectivamente.

Lo cierto es que, cada uno de los trabajadores, que diariamente laboran y se desempeñan en las múltiples actividades que se desarrollan en nuestro querido país, no podemos olvidarnos de todo esto; y no debemos hacerlo, por nuestras conciencias y por nuestro bien. También los que llevan a cabo tareas en los distintos hogares y casas de familia, o sea los del servicio doméstico; a los que seguidamente habré de referirme.

Haciendo un poco de historia, vemos que, el sindicato que represento data de principios del siglo pasado; pero sólo obtuvo cierta relevancia a partir de la irrupción del Gral. Juan Domingo Perón en la famosa Secretaría de Trabajo de la Nación. Recién entonces se pudo comenzar a bregar por la defensa y resguardo de los intereses de los empleados y empleadas domésticas; sufridos y postergados trabajadores. Y en ese inicio, mucho tuvo que ver la Compañera Evita.

Pese a ello, aún hoy continuamos expresamente excluidos del régimen de contratos de trabajo (Ley 20.744 – t.o.); por lo que mantenemos un “status diferenciado”, del de la mayoría de los trabajadores. Contamos con reducciones en indemnización por antigüedad (Disminuída en un 50% respecto de la ordinaria, correspondiente a las restantes actividades), vacaciones, aguinaldos y licencia por enfermedad (De la que solo gozamos de la posibilidad de un -1- mes por año). Además, por si todo esto fuera poco, no estamos incluidos, ni en el régimen de asignaciones familiares, el de riesgos de trabajo y siquiera tampoco en las previsiones especiales de la Ley Nacional de Empleo (Nro. 24.013) y las emanadas de la “Emergencia Económica (Ley Nro. 25.561 y disposiciones concordantes)”. De seguro, si la compañera Eva Perón estuviese fisicamente entre nosotros, no habría permitido tales inequidades; no nos cabe ninguna duda.

Pero no nos hemos desanimado y continuamos trabajando; e inspirados en ella, hemos creado un instituto de Capacitación, sito en la calle Quirno Costa 1258, de la ciudad de Buenos Aires. Que se ha puesto en funcionamiento el pasado 1° de Junio; con el objeto que un sinnúmero de empleados domésticos, puedan dotarse de una serie de conocimientos, que les permitan un mayor desenvolvimiento en la actividad e incluso, el adquirir una “polifuncionalidad”, más que necesaria en las actividades del hogar. Además, se cuenta con enseñanza primaria para adultos. Así vamos a crecer y tenemos que cerecer.

Como se verá y para no extenderme, inspirados en la prédica y las enseñanzas de “La Abanderada de los Humildes”, intenciones de progresar y mejorar tenemos; esperamos poder contar con su ayuda desde la inmortalidad.
Sabemos que así será.

Toda mejora de la clase trabajadora, sin dudas redundará en un avance de nuestra querida República Argentina.-

10 de abril de 2006 Carta dirigida al Ministro de Trabajo, Empleo y Seguridad Social por U.P.A.C.P. para solicitar elevar los mínimos de las escalas salariales.

Buenos Aires, 7 de Abril de 2006.

Sr. Ministro de Trabajo, empleo y Seg. social
Dr. Carlos A. Tomada:

Tengo el agrado de dirigirma a Ud., y por su intermedio a quien corresponda, en representación de U.P.A.C.P., entidad de primer grado que nuclea a los trabajadores del servicio doméstico, con el objeto de solicitar que, dentro de la brevedad posible, se eleven los mínimos de las escalas salariales, de las categorías establecidas en el Dec. 7979/56 -así como también del valor “hora”-; a importes acordes con la realidad actual .

Téngase para ello en cuenta, que hace más de un año que no se ha obtenido ninguna mejora remunerativa para la actividad, que durante ese lapso todos los otros gremios sí han contado con mejoras salariales efectivas y de consideración; como así también que, de acuerdo a las estimaciones oficiales, el “límite de indigencia” se halla en los $450.- mensuales y el de “pobreza” -correspondiente a la canasta familiar-, se encuentra en los $850.- por idéntico período.

Sin otro particular, descontando sabrá interpretar nuestro pedido y al guardo de una pronta y favorable respuesta, lo saluda muy atentamente.